Tanto que lo advirtió, tanto que lo contó -entre broma y en serio- para que quien oyera supiera que esa circunstancia debía evitarse a toda costa...
Pero de la misma forma pasó, no hubo ni momento de evitarlo. Y ahora hay muerto más, un alma perdida, trabajo para las policías - abogados - funeraria...
Pues todo mundo sabe que las armas las carga el diablo. Y todas están embrujadas.
0 locuras ajenas:
Publicar un comentario